A lo largo de sus 25 años, el Hospital Universitario Austral ha experimentado un crecimiento sostenido en todas sus áreas y servicios. El compromiso con una medicina de alta calidad, el trabajo centrado en el paciente, la actualización constante del equipamiento tecnológico y su integración con la investigación biomédica han hecho que cada vez más personas lo elijan para el cuidado de su salud.
Hoy, el Hospital recibe pacientes de toda la Argentina y América Latina y se ha convertido en un centro de referencia para diversas intervenciones de alta complejidad.
El aumento general de la demanda del Hospital también se ve reflejado en el Hospital de Día Pediátrico, especialmente en los pacientes que requieren tratamientos oncológicos. Ellos necesitan un entorno controlado y adaptado tanto a sus necesidades médicas como emocionales.
En los últimos 5 años, el ingreso de pacientes al Hospital de Día Pediátrico se incrementó de manera sostenida:
El espacio actual fue funcional en sus inicios, pero hoy ha quedado pequeño. Su ampliación permitirá brindar una atención más eficiente y humanizada en un lugar más amplio, funcional y amigable para niños con enfermedades crónicas. Un buen entorno mejora su experiencia, favorece la continuidad del tratamiento y ofrece mayor comodidad a las familias que los acompañan cada día.
Por este motivo, el Hospital está impulsando el desarrollo de un nuevo espacio para el Hospital de Día Pediátrico.

Es un servicio que brinda atención ambulatoria a niños y adolescentes que requieren procedimientos o tratamientos que necesitan supervisión médica o de enfermería durante un período relativamente corto (máximo 8 horas), regresando a sus hogares el mismo día.
Se atienden pacientes de distintas especialidades, como:
El equipo está conformado por un pediatra internista coordinador, pediatras asistentes y especialistas, junto al equipo de enfermería, quienes brindan los cuidados necesarios y mantienen comunicación permanente con los médicos tratantes y pediatras de cabecera.
Entre los procedimientos más frecuentes se encuentran:
Además, se realizan evaluaciones multidisciplinarias para el seguimiento y ajuste de tratamientos en pacientes con enfermedades crónicas complejas.
El espacio físico actual presenta limitaciones importantes:
La ampliación permitirá resolver estas necesidades de manera segura y eficiente.
Reducción del estrés y la ansiedad:
Espacios dedicados y amigables disminuyen considerablemente el estrés asociado a las visitas hospitalarias y a los tratamientos oncológicos.
Mejora en la adherencia al tratamiento:
Un entorno agradable favorece la cooperación de los niños y sus familias, facilitando la continuidad de los planes terapéuticos.
Eficiencia en la atención médica:
La centralización de servicios en áreas específicas permitirá una gestión más eficiente de los recursos y una atención más efectiva.
El nuevo Hospital de Día Pediátrico contará con:
Un espacio diseñado especialmente para brindar la mejor atención posible a los niños que requieren tratamientos continuos y complejos.
«A los 12 años, Julieta empezó con mucho dolor en sus piernas. Luego nos confirmaron el diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda B, y así comenzó una etapa muy difícil. El acompañamiento del personal del Hospital de Día fue fundamental para nosotros. No estábamos solos en ningún momento, y eso nos dio mucha fuerza para seguir adelante. Sentíamos que había un equipo comprometido que cuidaba a Julieta y a toda la familia. Ese apoyo fue clave para transitar el tratamiento con tranquilidad y esperanza».
Alejandra, mamá de Julieta.