Autocuidado Autocuidado
06 Nov 2025

¿Cómo engañar al cerebro para aliviar la picazón?

La ciencia confirma lo que la intuición ya sospechaba: rascarse solo empeora la picazón. Un dermatólogo explica por qué frotar suavemente —en lugar de rascarse— engaña al cerebro y ayuda a romper el círculo vicioso del prurito

Rascarse parece inevitable. Es ese gesto que promete un bálsamo, pero lo único que logra es avivar el fuego. La picazón —o prurito, en términos médicos— activa un circuito nervioso complejo que involucra piel, médula espinal y cerebro. Un mecanismo tan sofisticado que, si se lo piensa, resulta un tanto paradójico: la misma acción que alivia por un instante es la que mantiene viva la molestia.

Los dermatólogos lo llaman el “círculo vicioso del rascado”. Cada vez que las uñas entran en escena, se producen pequeñas heridas que liberan sustancias inflamatorias —como histamina o interleuquinas— que reactivan la sensación de picazón. Es un alivio fugaz, seguido de una recaída garantizada.

 

“
El rascado es dañino por definición. La fricción constante altera la barrera cutánea, y una piel dañada pica más. Es un loop difícil de romper.”
Pedro Barbosa, Jefe de Residentes del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Austral

Tampoco es gratuito: con el tiempo, esa irritación persistente puede derivar en complicaciones más complejas, como infecciones, liquenificación —la piel se torna más gruesa y oscura — ̶o el prurigo nodular, un cuadro de nódulos intensamente pruriginosos.

Dicho lo cual, distintos tratamientos pueden aliviar el síntoma. Una alternativa simple y eficaz: frotar con suavidad la piel circundante. No se trata de masajear ni de presionar, sino de rozar la zona —alrededor inclusive, a unos dos centímetros, no necesariamente sobre el punto exacto— con un movimiento lento y ligero.

El método tiene una clara base científica. Y es que, como explica Barbosa, “cuando frotamos, activamos otras fibras nerviosas que compiten con las que transmiten el prurito. Es como si el cerebro recibiera una señal distinta y se distrajera”. La clave está en los llamados mecanorreceptores, terminaciones nerviosas que responden al tacto y al movimiento. Al estimularlas, se genera una “contraseñal” que interrumpe la transmisión del prurito hacia el cerebro. “Este mecanismo se parece al del dolor —precisa el experto—: cuando uno se golpea y se frota la zona, la sensación cambia. El estímulo táctil actúa como una puerta que se cierra para la señal de la picazón”.

¿Cómo engañar al cerebro para aliviar la picazón?
Un roce leve pero eficaz: frotar suavemente la piel “distrae” al cerebro y ayuda a calmar la picazón.

No todo vale, por supuesto. Frotar con fuerza o con objetos ásperos —cepillos duros, uñas, toallas— solo empeora las cosas. Los estudios muestran que los movimientos lentos hechos con superficies suaves, como la yema de los dedos o una tela blanda, son los más eficaces. “Los frotes intensos o prolongados irritan la piel y reactivan el prurito —advierte el profesional—. Lo ideal es hacerlo despacio, con algo blando, y detenerse apenas la molestia cede”.

Este “tratamiento” funciona cuando la causa está en la piel: sequedad, eccemas, dermatitis o urticaria leve, entre otras. “Pero si el origen de la picazón es interno —por ejemplo, una enfermedad hepática, renal o neurológica—, frotar no tiene sentido”, aclara el dermatólogo. “Y mucho menos si hay heridas abiertas o costras: en ese caso, les abriremos la puerta a bacterias como el estafilococo y el estreptococo”. Asimismo, menciona que, en casos puntuales, como psoriasis o vitiligo, “es preferible no rascar ni frotar, en tanto podría extender las lesiones de la dermatosis”.

“La piel refleja todo lo que pasa internamente —destaca el doctor Barbosa—: la edad, las emociones, el estrés.” En las personas mayores, el prurito suele tener una explicación simple: la sequedad cutánea; con el paso del tiempo, la piel pierde agua y su barrera se debilita. “En esos casos, basta con restaurar la hidratación para reducir la molestia”, agrega el profesional. En cambio, en jóvenes y adultos predominan los eccemas y la dermatitis atópica.

¿Cómo engañar al cerebro para aliviar la picazón?
En la piel madura, la sequedad suele ser la causa principal del prurito. Restaurar la hidratación devuelve bienestar y confort.

Las emociones también juegan su papel. Estrés, ansiedad o falta de sueño amplifican la sensación de prurito. “Una persona angustiada o nerviosa percibe más la picazón —cuenta el especialista—, que cuando se cronifica puede alterar el ánimo y el descanso. Es un circuito entre cerebro, piel y emociones que se retroalimenta”.

Incluso hay algo de contagio social. “Ver a alguien rascarse o hablar del tema, activa en nuestro cerebro las mismas áreas que procesan el prurito, entre otras razones por empatía corporal pura”, comenta el doctor Barbosa.

En cuanto al tratamiento y la prevención, el dermatólogo aconseja duchas breves con agua tibia —“el agua muy caliente deshidrata la piel”—, secar la piel con toques suaves y aplicar de inmediato una crema humectante sin perfume. “La humectación es como darle de comer a la piel. Si está bien nutrida, pica menos”, resume el doctor Barbosa. Las fórmulas que contienen urea, ceramidas o pantenol ayudan a restaurar la barrera cutánea y calmar la irritación. También recomienda usar ropa holgada de algodón, evitar telas sintéticas o lana, y mantener cierta humedad ambiental para que la piel no se reseque.

Por cierto, el especialista recuerda que no todas las picazones responden a los antihistamínicos: “Hay situaciones en las que no sirven, y su uso crónico sin indicación médica no es recomendable”, aclara. Por eso, si la molestia persiste más de cuatro semanas, o aparece sin motivo claro, conviene hacer una consulta con un dermatólogo. A veces el prurito es la punta de un iceberg: un síntoma que avisa sobre algo más profundo. 

Por lo demás, no sobra recordar que el bienestar integral también importa. “Dormir bien, hacer actividad física, comer sano, practicar yoga o meditación, son formas de controlar el estrés, y eso mejora directamente la piel”, concluye el especialista. Al fin y al cabo, una piel en calma empieza por una cabeza tranquila. 

¿Cómo engañar al cerebro para aliviar la picazón?
Duchas breves con agua tibia y una buena crema humectante son aliadas para combatir la picazón.
Nos acompañan