Piercing: Moda vs Salud

Hábitos Saludables y Consejos

En el HOSPITAL UNIVERSITARIO AUSTRAL se ha visto, en el último tiempo, un aumento de las complicaciones en los lugares  donde los jóvenes se han hecho los piercings, fundamentalmente en las orejas.

La práctica de hacer un orificio en alguna parte del cuerpo colocando un aro o dije con fines estéticos está cada vez más difundida en todo el mundo e incluso se observan nuevos lugares insólitos donde son colocados. De alguna forma, esta acción ya generalizada y a menor edad conlleva diversos problemas. Por eso, se debe saber cuáles son los posibles riesgos.

Actualmente, se trata de una moda de los jóvenes que deciden un día hacerse un arito más, y aparecen en la casa con su nuevo juguete. Según estadísticas del 2020, previo a la pandemia las localizaciones más frecuentes son en el lóbulo, la nariz y la porción superior de oreja. Ellos eligieron dónde se lo hacen, pero ¿saben si esto lleva algún riesgo? No. A esta edad “nada puede pasar”, piensan.

En el primero de los casos, son infecciones de la piel o el cartílago (condritis) que, si son leves, se solucionan removiendo el aro.

Pero, en varias oportunidades, si no se retira el piercing, o incluso a pesar de hacerlo, pueden producir que el cartílago se deforme o desaparezca, lo que dificulta el tratamiento.

El grupo de las complicaciones tardías son secuelas en las orejas que aparecen por no tratarlas a tiempo o intentar corregirlas de forma errónea. En este caso, las orejas quedan plegadas o deformadas, o con lo que se ve comúnmente: cicatrices queloides,
es decir, un exceso de cicatriz que forma un cordón o una tumoración deformante en donde estuvo el piercing -y a su alrededor-.

Frente a estas consultas, el Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética realiza actualmente una cirugía de gran éxito con una técnica de tres pasos. Primero, se preserva la piel del queloide y el cartílago de la oreja, resecando la tumoración de su interior y no en su totalidad. Luego, se realizan unas inyecciones antes y después de la cirugía. Por último, es necesario colocar un dispositivo que «apriete» la cicatriz y evite la nueva formación del queloide.

Fotos de paciente pre y post cirugía en el HOSPITAL UNIVERSITARIO AUSTRAL para tratamiento de reacción por colocación de piercing

Fotos de paciente pre y post cirugía en el HOSPITAL UNIVERSITARIO AUSTRAL para tratamiento de reacción por colocación de  piercing.

Si bien se ha demostrado que esta técnica disminuye el porcentaje de nueva formación de queloides, y por ello es fundamental la consulta con el médico, se corre el riesgo de que la cicatriz no sea perfecta debido a que el cartílago sufrió una deformación o porque el tejido fibroso absorbió al cartilaginoso.

ENTONCES, ANTES DE REALIZARSE UN PIERCING ES NECESARIO SABER:

¿Cómo se hace un piercing?

Para colocar un piercing en la oreja no solo se debe perforar la piel, sino que también es frecuente que haya que atravesar el cartílago que es una estructura delicada y que, si se lo maltrata, trae problemas.

¿Qué colocamos?

Una pieza de metal, probablemente de acero quirúrgico (en pocas oportunidades se utiliza titanio). En cuanto a su seguridad, este material se usa para los instrumentos quirúrgicos, pero no se dejan dentro del cuerpo, por lo que no es un material utilizado con tal fin.

¿Quién los coloca?

Es necesario informarse si los lugares donde colocan los piercings guardan medidas de asepsia adecuadas y si el elemento está correctamente desinfectado. Pero ello nunca lo sabemos con seguridad, no existe el ISO 9000 en estos casos.

Las modas y el aspecto estético estuvieron desde siempre muy ligados. Pero, la diferencia es que aquí no se trata de ropa o un peinado, sino de colocar un elemento extraño permanentemente en el cuerpo que, a veces, reacciona mal.

Dr. Rodolfo Cucchiani
Jefe del Servicio de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética
HOSPITAL UNIVERSITARIO AUSTRAL