A los 8 años Ángela sufrió Síndrome Urémico Hemolítico, una enfermedad que afecta a niños pequeños y se adquiere principalmente a través de la ingestión de alimentos contaminados con bacterias, la más frecuente llamada Escherichia coli. Afecta principalmente al riñón y a la sangre pero también puede acompañarse de alteraciones neurológicas, cardíacas, y pancreáticas. Así, Ángela debió permanecer internada ya que la enfermedad le afectó uno de sus riñones, motivo por el cual tuvo que enfrentar una operación que no podían afrontar económicamente. Por este motivo, acudieron a la Fundación ProSalud para conseguir la atención médica necesaria.

“A Ángela la atendí por primera vez en el 2006 por el antecedente de la enfermedad. Actualmente, gracias al tratamiento médico adecuado, su función renal tiene una excelente evolución. Colabora que ella asiste a los controles que le asignamos”, explica la Dra. Andrea Exeni, nefróloga del Hospital Universitario Austral. A pesar de que su función renal es normal, debe realizarse controles de por vida y cumplir una dieta estricta para su diabetes, ocasionada por la patología.

“Me gusta mucho estar con amigos y salir a pasear. Estoy estudiando para ser policía y tengo que hacer mucho deporte. Me cuido mucho, y tomó suficiente agua durante el día para preservar adecuadamente mis riñones”, dice alegremente Ángela.

Contacto: para más información, comunicarse con María Belén Adamek o Jessica Giberti al mail fundacionprosalud@cas.austral.edu.ar .

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