El Día Mundial del Enfermo se instauró en 1992 por el Papa Juan Pablo II. Su objetivo: “crecer en la actitud de escucha, reflexión y compromiso real ante el gran misterio del dolor y de la enfermedad”.

Cada 11 de febrero se celebra la Jornada Mundial del Enfermo, fecha establecida para concientizar sobre la “valiosa contribución que presta el servicio humano y cristiano hacia quienes sufren, para una mayor comprensión entre los hombres y, en consecuencia, para la edificación de la verdadera paz”, según el Papa Juan Pablo II.

Profesionales del Hospital Austral destacaron que, durante la falta de salud, es importante el acompañamiento y el abordaje de las enfermedades desde lo profesional. La Mg Alejandra Parisotto, Directora de Enfermería del Hospital Universitario Austral, explicó que “lo primero que esperan los padres de los niños enfermos es la posibilidad de acceder a un diagnóstico certero para llegar a un tratamiento específico”.

El Dr. Pablo Petracca, Médico del Staff de Emergencias, aseguró que “las personas que están ante una situación de enfermedad o falta de salud necesitan y esperan comprensión, contención, cuidados, confianza y amabilidad. La espiritualidad siempre ayuda, mientras que la profundidad de autoconocimiento e introspección al cual puede llegar el paciente varía de acuerdo a si la enfermedad es breve o prolongada”.

Por su parte, Gloria Mariani, Enfermera del equipo de Obstetricia, explicó que “una enfermedad puede hacer que una persona se replantee su escala de valores, que aprecie más la salud, la importancia del cuidado de la misma y que valore más los afectos. Además, al enfrentarse a una situación así, es muy importante la experiencia del otro en cuanto a la lucha por determinada enfermedad, así como también la fe, porque con la protección de Dios se puede luchar con entereza”.