“Yo soy y voy a” es el lema del Día Mundial del Cáncer. El objetivo es comprometer a toda la comunidad para que tome conciencia de esta enfermedad y se involucre activamente.

El cáncer es una enfermedad genética que se manifiesta, necesariamente, a partir de agentes externos que promueven mutaciones: exposición a carcinógenos físicos o químicos y/o virus. Cada año, el 4 de febrero se celebra el Día Mundial del Cáncer para recordar la importancia de informar sobre esta enfermedad y concientizar a la población.

El Dr. Carlos Silva, jefe de Oncología del Hospital Universitario Austral, explicó que existen distintos niveles de prevención. Por un lado, está la “prevención primaria que se refiere a hábitos o situaciones carcinogénicas, donde se incluye el combate contra el tabaquismo, la dieta, la obesidad, la exposición solar desmedida y la exposición laboral a agentes carcinógenos. La prevención secundaria, por otro lado, se refiere a la detección precoz que implica una mamografía, una ecografía mamaria y una videocolonoscopia”.

Sin importar el diagnóstico, es decir si tiene cura, si se cronifica la enfermedad o no existe solución específica, el especialista aseguró que se le debe brindar al paciente una especial atención en la calidad de vida hasta el último momento.

“El paciente con cáncer debe ser abordado con empatía, compasión, contención y con explicaciones claras y verdaderas, pero manejando el arte de comunicar contemplando que cada paciente es un ser humano único y requiere de un manejo personalizado de la información respetuoso de sus tiempos”, agregó el Dr. Silva.

Avances

Actualmente, a los tratamientos tradicionales como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, que continúan teniendo mucho valor, se suman nuevas modalidades terapéuticas como los tratamientos dirigidos contra blancos moleculares específicos y los tratamientos dirigidos a empoderar la respuesta inmunitaria del individuo (inmunooncología).

Si bien aún resta saber los resultados del impacto de las nuevas terapéuticas en la curación de pacientes, el especialista aseguró que “hay que tener esperanza y entusiasmarse con los nuevos avances”. Y explicó que “la mitad de los pacientes se curan y dos terceras partes están vivos a los cinco años”.