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Qué es

El cáncer de mama es una enfermedad en la que se forman células malignas en los tejidos mamarios. Estas células anormales crecen y se multiplican de manera descontrolada, pueden agruparse en un tumor y, si no se tratan, invadir los tejidos cercanos o propagarse a otras partes del cuerpo.

Se trata del cáncer más frecuente en mujeres y de la principal causa de muerte por cáncer en la Argentina. Cada año se diagnostican cerca de 22.000 casos en el país y mueren más de 5500 mujeres. El riesgo de padecerlo a lo largo de la vida supera el 13 %: se estima que una de cada ocho argentinas desarrollará la enfermedad. 

Detectado en estadios tempranos, el cáncer de mama es curable en más del 90 % de los casos.

 

 

Síntomas

El cáncer de mama puede no dar síntomas en sus etapas iniciales. Muchas veces se detecta gracias a los estudios por imágenes, como la mamografía. Cuando se manifiesta, los signos a los que se debe prestar atención incluyen:

  • Aparición de un bulto duro en la mama o en la axila.
  • Cambios en la forma, tamaño o contorno de la mama.
  • Enrojecimiento, calor local o edema con aspecto de “piel de naranja”.
  • Retracción del pezón o de un área de piel.
  • Secreción espontánea por el pezón, en especial si es sanguinolenta.

Aunque la gran mayoría de los casos se da en mujeres, alrededor del 1 % corresponde a varones. Si bien existen algunas diferencias anatómicas entre la mama femenina y la masculina, las pautas de alarma son las mismas: aumento del volumen de una de las mamas, cambios en la piel, retracción del pezón, secreción por el pezón o aparición de un nódulo duro.

Es importante destacar que no todos los nódulos son malignos: algunos corresponden a quistes o lesiones benignas, pero siempre requieren evaluación médica. Durante la lactancia también puede aparecer una dureza en la mama; en ese contexto, es fundamental consultar al médico.

 

Causas

El cáncer de mama no tiene una causa única. Se produce por una combinación de factores, que pueden ser genéticos, hormonales y ambientales. Entre los más reconocidos, se encuentran:

  • Edad: el riesgo aumenta a partir de los 40 años y es mayor en mujeres de más de 50.
  • Antecedentes familiares de cáncer de mama u ovario.
  • Mutaciones genéticas hereditarias (BRCA1, BRCA2 y otras).
  • Exposición a radioterapia en el tórax antes de los 30 años.
  • Obesidad y exceso de tejido adiposo.
  • Consumo de alcohol.
  • Sedentarismo y falta de actividad física.
  • Dieta pobre en nutrientes esenciales.

Los implantes mamarios no aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Sí pueden hacer más difícil la interpretación de algunos estudios por imágenes, motivo por el cual es fundamental informar al especialista y realizar controles adecuados.

Estadios de cáncer de mama

El cáncer de mama se clasifica en estadios (del 0 al IV) según el tamaño del tumor, si existen afectaciones en los ganglios linfáticos y si hay metástasis a distancia. Esta clasificación es clave para orientar el pronóstico y definir el tratamiento. Cuanto más temprano el estadio, mejores son las posibilidades de curación.

  • Estadio 0 (carcinoma in situ): las células anormales permanecen en los conductos o lobulillos sin invadir tejidos vecinos.
  • Estadio I: el tumor es pequeño (hasta ~2 cm), sin compromiso de ganglios linfáticos.
  • Estadio II: el tumor mide entre 2 y 5 cm o afecta algunos ganglios linfáticos cercanos.
  • Estadio III: el tumor es más grande o invade piel, pared torácica o un número mayor de ganglios linfáticos.
  • Estadio IV: existen metástasis en órganos distantes, como huesos, pulmones, hígado o cerebro.

Tipos de cáncer de mama

Existen distintos tipos de cáncer de mama. El más común es el carcinoma ductal, que se origina en los conductos encargados de llevar la leche hacia el pezón. Otro tipo frecuente es el carcinoma lobulillar, que comienza en los lobulillos donde se produce la leche. Por otra parte, el cáncer de mama puede presentarse cual carcinoma in situ, en el que las células malignas permanecen limitadas dentro del conducto o del lobulillo sin invadir los tejidos vecinos. Cuando esas células atraviesan esa barrera y se expanden hacia otras zonas de la mama o del organismo, se habla de carcinoma invasor. Existen además subtipos menos frecuentes, como la enfermedad de Paget del pezón o los tumores filodes, que requieren un abordaje especializado.

Distintos tipos moleculares del cáncer de mama

Otra manera de clasificar al cáncer de mama se basa en su conformación molecular y, por ende, el comportamiento biológico. Tenemos tres grandes subtipos moleculares:

  • Tumores Luminales: se caracterizan por ser dependientes de estrógeno y progesterona ya que presentan “receptores hormonales positivos”.
  • Tumores Her2: se llaman así porque las células tumorales presentan receptores para Her2, que es una molécula que estimula el crecimiento tumoral.
  • Triples negativos: son aquellos que no presentan receptores hormonales ni para Her2.

Hoy en día se tiene más en cuenta el tipo molecular del tumor que el estadio, lo que puede determinar que se comience con un tratamiento específico antes que otros. Por ejemplo, los tumores luminales en general son tratados primero con cirugía y luego, de ser necesarios, con otros tratamientos, mientras que a los tumores Her2 o triples negativos (si tienen al menos 2 cm de diámetro) primero se los trata con quimioterapia.

 

Diagnóstico

El diagnóstico temprano es clave. Para la población general se recomienda:

  • Autoexamen mamario: desde los 20 años, una vez al mes, entre los días 7 y 10 del ciclo menstrual.
  • Examen clínico por especialista: cada 2 a 3 años desde los 20 años y, a partir de los 30, una vez por año.
  • Mamografía: una mamografía basal a los 35 años y luego una anual desde los 40.

El autoexamen y la ecografía son herramientas útiles, pero no reemplazan a la mamografía, que es el estudio con mayor eficacia probada para la detección temprana. Realizada con la técnica adecuada, la mamografía no es peligrosa ni dolorosa: la radiación es mínima y la molestia que puede generar dura solo unos segundos.

En caso de encontrar hallazgos sospechosos, se realizan estudios complementarios como ecografía, resonancia magnética y biopsia. El Hospital Universitario Austral cuenta con tecnología de última generación, incluyendo mamógrafo digital, tomosíntesis y laboratorio propio de anatomía patológica, lo que permite obtener resultados de manera rápida y precisa.

 

Tratamiento

El plan terapéutico depende del estadio, el tipo de tumor y las características de cada paciente. Puede incluir:

  • Cirugía: conservadora o mastectomía, muchas veces con técnicas oncoplásticas de reconstrucción mamaria. Cada vez más procedimientos se realizan de forma ambulatoria, lo que permite una recuperación más rápida y con menos secuelas.
  • Radioterapia: hoy existen esquemas hiperfraccionados que acortan los tiempos de tratamiento.
  • Tratamientos sistémicos: quimioterapia, terapias dirigidas, hormonoterapia e inmunoterapia, según el tipo de tumor.
  • Soporte integral: nutrición, kinesiología, psico-oncología y seguimiento cercano.

La tendencia actual es el “desescalamiento”: aplicar el tratamiento más efectivo posible con la menor agresividad, preservando al máximo la funcionalidad y la calidad de vida. Finalizado el tratamiento, es importante mantener controles periódicos y un acompañamiento integral que incluyan chequeos médicos, estudios de imágenes y apoyo en la recuperación física y emocional.

Prevención

No siempre es posible prevenir el cáncer de mama, pero sí reducir riesgos y mejorar el pronóstico. Al respecto, resulta esencial:

  • Mantener un peso saludable.
  • Practicar actividad física regular.
  • Limitar el consumo de alcohol.
  • Seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y pescado, y con bajo consumo de alimentos procesados y grasas animales.
  • Cumplir con los chequeos recomendados por el médico.

Cuándo consultar al médico

Se recomienda consultar de inmediato ante la aparición de un bulto en la mama o la axila, cambios en la piel del pecho, secreción anormal por el pezón, retracción del pezón o cualquier alteración en el tamaño o forma de la mama. También es importante no postergar los controles ginecológicos y las mamografías anuales.

Centro Mamario del Hospital Universitario Austral

El Hospital Universitario Austral cuenta con el primer Centro Mamario acreditado como tal en la Argentina, por la Sociedad Argentina de Mastología. Fundado en 2006, su modelo integral y multidisciplinario ofrece prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades mamarias en un mismo espacio. El equipo está integrado por cirujanos mastólogos, oncólogos, radiólogos, especialistas en imágenes, anatomo-patólogos, genetistas, psico-oncólogos, kinesiólogos y nutricionistas, que trabajan de manera coordinada para brindar atención personalizada y de calidad.

El Centro Mamario también cuenta con una Clínica de Alto Riesgo, destinada a mujeres con antecedentes familiares o mutaciones genéticas que aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Allí se realiza un seguimiento individualizado, asesoramiento genético y estudios de alta tecnología, con resultados de biopsias en 48 horas y programas de screening avanzados. Esta clínica permite identificar de manera temprana los casos de mayor riesgo y definir la mejor estrategia de prevención y detección precoz.

 

El cáncer de mama, detectado a tiempo, tiene altas posibilidades de curación. Si tenés dudas, antecedentes familiares o notás algún cambio en tus mamas, realizá una consulta médica. Podés acercarte al Centro Mamario del Hospital Universitario Austral, donde un equipo especializado te acompañará en cada etapa del cuidado.

 

Información elaborada por el Hospital Universitario Austral.

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