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Patologías y tratamientos

Tumores de páncreas

El páncreas

Es un órgano con una longitud aproximada de 15 cm situado en lo profundo de la parte central del abdomen superior (retroperitoneo). Está rodeado por el estómago, el intestino delgado, el hígado y el bazo. Tiene la forma de una pera delgada, ancho en un extremo y delgado en el otro. Se divide en tres secciones: el extremo más ancho o cabeza, la sección media o cuerpo y el extremo delgado o cola.

 

Preguntas más frecuentes acerca del páncreas, tumores de páncreas, su diagnóstico y su  tratamiento

El cáncer de páncreas ocurre cuando las células pancreáticas normales se vuelven anormales y crecen rápida y descontroladamente. Las células anormales forman una masa en el páncreas la cual recibe el nombre de tumor.  Cuando un tumor es capaz de diseminarse hacia otras partes del organismo se dice que es maligno. Otro término para describir un tumor maligno es cáncer.

Los tumores pancreáticos malignos más comunes, llamados adenocarcinomas, se originan en las células que participan en la producción de enzimas para la digestión.  Dichas células forman el revestimiento del conducto pancreático a través del cual fluyen los jugos digestivos y pancreáticos.  También puede formarse un tumor maligno en las células islotes pero este tipo de cáncer es menos común.

El cáncer de las células del conducto pancreático se llama cáncer de páncreas o pancreático o adenocarcinoma del páncreas.

¿Cuál es la causa del cáncer de páncreas?

Se desconoce la causa exacta del cáncer de páncreas.  Aunque es posible que exista alguna conexión con ciertos factores tales como la dieta, otros hábitos tales como fumar y el origen étnico, no se ha encontrado ninguna relación definitiva. Puede haber algunas lesiones quísticas del páncreas que podrían predisponer al cáncer pancreático.

Síntomas

Todos los síntomas del cáncer de páncreas se explican fácilmente si se tiene en cuenta la ubicación del páncreas y su relación con otros órganos del cuerpo.

Algunos de los síntomas del cáncer de páncreas son:

  • Ictericia.  La ictericia produce una coloración amarilla de la piel y del blanco del ojo, orina de color oscuro y heces de color claro.  La ictericia se presenta cuando una sustancia llamada bilirrubina se acumula en la sangre.  La bilirrubina se produce en el hígado.  Desde allí fluye por el conducto biliar pasando por el páncreas justo antes de llegar al duodeno, una de las secciones del intestino delgado (Figura 1).  Si el conducto biliar está bloqueado (por un tumor, por ejemplo), la bilirrubina se acumula en la sangre.  Esta acumulación hace que la persona se torne visiblemente amarilla, es decir, ictérica.
  • Dolor.  Hay dolor en la espalda y en la parte superior del abdomen cuando el tumor del páncreas presiona contra los nervios en dichas áreas.
  • Indigestión, falta de apetito, náusea y pérdida de peso. Estos síntomas pueden ocurrir cuando un tumor pancreático presiona contra el estómago y el intestino delgado. También puede haber problemas digestivos debido a razones complejas no relacionadas específicamente con la localización del tumor.
  • Diabetes de inicio repentino o, en pacientes diabéticos, un cambio súbito en el control de la glucemia. Todavía se está estudiando el mecanismo exacto que asocia la diabetes con el cáncer de páncreas.  La diabetes puede ser un síntoma temprano de cáncer pancreático y también un factor de riesgo.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de páncreas?

Algunas veces es difícil de diagnosticar un tumor pancreático.  Los síntomas no son siempre claros y, por lo general, se van desarrollando poco a poco. Se utilizan muchos exámenes médicos diferentes para diagnosticar el cáncer pancreático y para determinar si se ha extendido más allá del páncreas.

Los siguientes exámenes y otros más se utilizan para establecer la presencia de un cáncer pancreático y para determinar si se ha diseminado si tiene alguna pregunta sobre los exámenes siguientes, consulte con su médico o enfermera.

Pruebas sanguíneas. Estos exámenes miden la función del hígado y de otros órganos. Marcadores tumorales (CEA, CA 19.9).  No existe una prueba sanguínea única que sea capaz de diagnosticar el cáncer de páncreas.

Ultrasonido (ecografía). Este examen utiliza ondas de sonido para formar una imagen que se proyecta en un pequeño monitor de televisión.  La imagen muestra el tamaño del páncreas y posiblemente la presencia de un tumor.  El examen se realiza colocando una sonda sobre la superficie abdominal.  Gracias a los avances de la tecnología, es posible conectar una sonda de ultrasonido a la punta del endoscopio cuando se hace un examen interno del estómago y el duodeno (ver bajo Colangiopancreatografía endoscópica retrograda – ERCP).  La ecografía endoscópica (EUS, por sus siglas en inglés) puede practicarse al mismo tiempo que se realiza la colangiopancreatografía y puede utilizarse para tomar una biopsia (es decir, una muestra) del páncreas.

Tomografía computarizada (CT scan, por sus siglas en inglés). Mediante un tipo especial de máquina de rayos X, este examen obtiene imágenes detalladas de todo el cuerpo y ayuda a demostrar la extensión del cáncer.  La tomografía computarizada es el examen principal que se utiliza para determinar si el tumor se puede extirpar por la vía quirúrgica.  En ocasiones puede complementarse con una colangioresonancia y resonancia de abdomen.

Colangiopancreatografía endoscópica retrograda (ERCP, por sus siglas en inglés). Durante este examen, se introduce un endoscopio (tubo flexible) por la boca hasta el estómago y el intestino delgado.  El médico mira a través del endoscopio e inyecta una sustancia llamada medio de contraste en el conducto biliar y pancreático para luego tomar radiografías.  Esta prueba sirve para demostrar si hay estrechamiento de los conductos biliares y pancreáticos debido a presión del tumor.  Se puede colocar un pequeño tubo llamado “stent” para dilatar el conducto biliar (en caso de que el tumor lo haya obstruido) y de esta manera aliviar la ictericia.

Nota: Los pacientes con ictericia a quienes se les ha colocado un tubo de plástico (stent) en el conducto biliar corren el riesgo de sufrir una infección si llega a obstruirse el stent.  Fiebre de más de 38.3° C.  o un retorno de la ictericia requieren tratamiento de urgencia en cualquier paciente que tenga un stent biliar.  Si éste es un caso, llame a su médico o sala de emergencia local de inmediato.

Aspiración con aguja fina (FNA, por sus siglas en inglés). Si se ha identificado la presencia de un tumor, se puede tomar una muestra (biopsia) del mismo bajo la guía del ultrasonido endoscópico (EUS) o de la tomografía computada (TC).

La biopsia con aguja fina guiada por ultrasonido se realiza con endoscopio especial equipado con una sonda de ultrasonido que le permite al médico ver el tumor.  La muestra de tejido para la biopsia se obtiene con una pequeña aguja conectada a la punta del endoscopio.

Cuando la biopsia se toma bajo la guía de la tomografía computarizada, el medico dirige una aguja delgada a través de la piel y el abdomen hasta llegar al páncreas.  El procedimiento se hace con anestesia local.  La tomografía computarizada le ayuda al médico a encontrar el sitio exacto del tumor.  El procedimiento de obtención de las células y el examen a que se someten bajo el microscopio es lo que se llama biopsia.

Angiografía. Este examen estudia los vasos sanguíneos dentro y alrededor del páncreas.  El procedimiento se realiza en el departamento de radiología bajo anestesia local. Se coloca un pequeño catéter en una arteria en la parte superior del muslo. Se inyecta el medio de contraste en los vasos sanguíneos que irrigan el páncreas y se toma la radiografía.  Estas placas le ayudan al cirujano a planear la operación.  Practica que ha sido reemplazada actualmente por la tomografía trifásica.

Laparoscopia. Este examen se practica en la sala de operaciones bajo anestesia general.  El cirujano guía una cámara pequeña a través de una incisión de 1.25 cm  en el abdomen.  De esta manera, se pueden examinar directamente los órganos abdominales.  La laparoscopia se realiza para determinar si el tumor pancreático se ha extendido a otros órganos o estructuras.

Nota: Por lo general, el paciente no necesita pasar la noche en el hospital con ninguno de los exámenes antes descritos.  Casi nunca se practica una cirugía exploratoria para diagnosticar tumores pancreáticos u otros estados anormales.

¿Cómo se trata el cáncer de páncreas?

El tratamiento depende del grado de avance de la enfermedad y de su estado general de salud.  Los resultados de los exámenes le ayudarán a su médico a planificar el programa de tratamiento más apropiado para usted.

Existen tres tipos de tratamiento de cáncer de páncreas.  Según el caso, se pueden utilizar uno solo de ellos o una combinación de los mismos.

  • Cirugía. El tratamiento consiste en extirpar el tumor.
  • Quimioterapia. Consiste en el uso de fármacos para matar las células cancerosas.  Los fármacos se administran por vía intravenosa (es decir, se inyectan por una vena).  Algunos pacientes reciben quimioterapia en combinación con radioterapia para que las células tumorales se hagan más sensibles a la radiación. Puede indicarse antes o después de la cirugía.
  • Radioterapia. Esta forma de terapia utiliza rayos X u otros rayos con un alto nivel de energía para matar las células cancerosas e impedir el crecimiento del tumor.  Puede iniciarse antes o después de la cirugía.

¿Hay efectos secundarios con la quimioterapia y la radioterapia?

Debido a que la quimioterapia y la radioterapia son tratamientos muy potentes, es posible que ocasionen efectos secundarios. Los efectos secundarios o colaterales de la quimioterapia varían según el nombre del fármaco que se administre.  Los efectos secundarios más frecuentes con la radioterapia son, entre otros, fatiga, falta de apetito, náusea ocasional, calambres abdominales y diarrea.  Su médico le informará cuales son los efectos secundarios más probables con su tratamiento y cómo manejarlos.

¿Cuándo se puede operar el cáncer de páncreas?

Si el tumor es extirpable, por lo general se sugiere la cirugía en combinación con quimio y radioterapia.

Si el tumor se localiza en la cabeza del páncreas, por lo general se extrae la mitad derecha del páncreas junto con parte del estómago y del intestino delgado (Figura 2).

Figura 2. Extirpación quirúrgica de un tumor pancreático.

Esta operación recibe el nombre de Duodenopancreatectomía cefálica.  Fue descrita por primera vez en 1935 por el el Dr. A.O. Whipple para referirse a esta cirugía.

Los pacientes salen de Quirófano con una sonda en la nariz que se llama sonda naso gástrica. En general se retira el día 1 o 2. Una vía para infusión de fluidos en el cuello, dos drenajes en el abdomen y el catéter de analgesia epidural en la espalda. Botas neumáticas de compresión para reducir el riesgo de trombosis venosa profunda.

Después de la cirugía, dependiendo el paciente, en general son internados en una sala de internación en piso con los controles clínicos y de laboratorio necesarios. Desde el año 2012 hemos puesto en marcha el protocolo de alta temprana o fast track para los pacientes que son operados del páncreas. La colocación de catéter epidural para anestesia loco regional en el post operatorio ha mejorado significativamente el dolor relacionado a la herida quirúrgica, se reduce el consumo de analgésicos y mejora la motilidad intestinal. En los últimos años, el promedio de internación es de 8 días.

Los pacientes que no viven cerca del hospital donde se les ha hecho la cirugía pueden tener que quedarse en el área local una semana o más después de salir del hospital.  Generalmente los pacientes necesitan de un mes para recuperarse en casa antes de poder regresar a sus actividades normales.

Si desea hablar con otros pacientes que ya han sido sometidos a la Duodenopancreatectomia, un miembro de su equipo de profesionales de la salud le dará los nombres y números de teléfono de algunas personas en circunstancias similares a las suyas.

Si el tumor se diagnostica mediante biopsia con aguja, a menudo se administran quimio y radioterapia antes de la cirugía.  Si la cirugía se hace primero, entonces, dichos tratamientos empiezan de cuatro a ocho semanas después de la operación.  Raras veces es la cirugía el único tratamiento para el cáncer de páncreas.

Algunas veces se administra quimioterapia en dosis bajas junto con la radioterapia para hacer que las células cancerosas sean más sensibles a la irradiación. En general, la radioterapia se administra una vez al día (de lunes a viernes) durante un lapso de dos a cinco semanas. La quimioterapia se administra por vía intravenosa.  El régimen de administración depende del fármaco que se administre.

Los pacientes que reciben quimio y radioterapia generalmente no necesitan hospitalizarse para obtener dichos tratamientos.

¿Qué debo hacer para mantener una buena nutrición?

Antes de la cirugía. Muchos pacientes con cáncer de páncreas ya han perdido peso cuando se les hace el diagnóstico. Sin embargo, para tener un cuerpo fuerte, es importante mantener un peso adecuado antes, durante y después de la terapia.

Una buena nutrición ayuda a mantener al mínimo los efectos secundarios y a reparar el daño causado por el tratamiento. Los efectos secundarios de la quimio y la radioterapia pueden afectar la capacidad de comer y también pueden hacer que el cuerpo necesite más calorías de lo normal.

Consumir comidas pequeñas y frecuentes (cuatro o cinco veces al día) con alimentos ricos en proteínas y calorías le ayudará a mantener el peso y la fortaleza necesarios.  Al final de este folleto hemos incluido una lista de consejos para la buena nutrición.  De ser necesario, utilice suplementos nutricionales, así como también terapia nutricional, como por ejemplo alimentación intravenosa o por tubo.

El ejercicio físico antes de la cirugía es fundamental. Caminatas con ritmo, de 20 a 40 minutos por la mañana y por la tarde, natación, spinning, etc. Dichas actividades mejoran la capacidad aeróbica y ventilatoria en el post operatorio.

Antes y después de la cirugía. Un nutricionista es un recurso importante para usted, ya que esta persona podrá ayudarle a planear su alimentación de manera que atienda sus necesidades nutricionales.

Después de la cirugía

La alimentación se inicia normalmente entre el primer y el tercer día después de la operación y se va aumentando lentamente según su tolerancia y la capacidad del estómago para vaciarse. Comienza con líquidos claros, posteriormente líquidos con valor y por lo general entre el tercer y quinto día el paciente se encuentra comiendo dieta blanda fraccionada.

Será estimulado a mover el cuerpo, brazos, piernas y cambiar de posición en la cama. El 2° día se estimulará para que se siente en la cama y comience a realizar pasos alrededor de la misma. A partir del 3° o 4° dia debería estar caminando por la habitación o pasillos.

Debido a la naturaleza de esta cirugía, es posible que se requieren varios días antes que el estómago pueda recuperar su función normal.

¿Qué sucede después de la cirugía?

Al regresar a casa luego de salir del hospital, probablemente tendrá que tomar los medicamentos siguientes:

Enzimas pancreáticas. Debido a la enfermedad misma o a la extirpación quirúrgica de parte del páncreas, es posible que haya habido un cambio en la forma en que su organismo acepta los alimentos.  Esto significa que tendrá que tomar enzimas antes de las comidas, los bocadillos y los suplementos para ayudarle al organismo a digerir los alimentos que consume. Si tiene diarrea a pesar de tomar estas enzimas, consulte con su médico o enfermera.

Medicina para prevenir las úlceras gástricas.  Las probabilidades de que desarrolle úlceras gástricas aumentan después de este tipo de cirugía.  Es posible que deba tomar una medicina todas las noches antes de acostarse para prevenir las úlceras.

Se le pedirá que visite a su médico particular cada tres o cuatro meses para un control periódico.

Después de la cirugía es posible que tenga fatiga, diarrea, pérdida de peso y una sensación de saciedad permanente después de las comidas.  Sin embargo, pasadas unas cuantas semanas, estos síntomas suelen desaparecer y usted podrá regresar a una dieta normal y a sus actividades acostumbradas.

¿Qué sucede si el tumor no se puede extirpar con cirugía?

Si un tumor se ha extendido más allá del páncreas, la cirugía no es el tratamiento apropiado.  El mejor tratamiento para el cáncer de páncreas que ha hecho metástasis (es decir, que se ha extendido) es la quimioterapia.

A medida que se desarrollan fármacos más eficaces, las opciones para el tratamiento del cáncer de   páncreas pueden cambiar.  Su médico analizará con usted y su familia los riesgos y beneficios de las diversas opciones terapéuticas.  Hágale a su médico todas las preguntas que crea necesarias acerca del cáncer y su tratamiento hasta que entienda completamente y quede satisfecho con todas las decisiones terapéuticas.

Muchas personas conocen las estadísticas sobre esperanza de vida, o pronóstico, para pacientes con cáncer de páncreas. Aunque las estadísticas son útiles, también pueden ser engañosas. Si se tiene preguntas sobre su pronóstico, hable con su médico quien es la única persona que tiene información suficiente acerca de su caso para poder aconsejarle debidamente.

¿Cómo puedo adaptarme a vivir con cáncer de páncreas?

El cáncer es una enfermedad que puede cambiar su vida y la de su familia de muchas maneras.  A menudo, los pacientes y sus familias sienten ira, tristeza, miedo, frustración y confusión cuando se enfrentan a un diagnóstico de cáncer.  Estos sentimientos oscilan de un extremo a otro.

Seguramente usted tendrá muchas preguntas sobre el cáncer, su tratamiento y los efectos que tendrá en su vida.  Sus médicos son las personas más apropiadas para responderlas.

Es posible que también tenga preguntas sobre cómo afectará el cáncer su trabajo, finanzas y relaciones familiares.  Vivir con cualquier enfermedad grave puede ser difícil, muchos pacientes encuentran alivio al hablar con un psicólogo profesional o con otros pacientes que estén pasando por una experiencia similar.

Consejos sobre nutrición

Manténgase en el mismo peso.

Consuma porciones pequeñas y frecuentes.

Mantenga bocadillos a la mano.

Ideas para bocadillos rápidos:

  • Un bagel (rosquilla de pan) con queso crema
  • Pan con manteca o huevos.
  • Tostada con canela
  • Helado de crema.
  • Flan o Budín a base de leche.
  • Frutas secas (pasas, nueces, castañas etc)
  • Cereales secos con leche
  • Trozos de fruta fresca
  • Granola con o sin leche
  • Huevos duros
  • Polvo instantáneo para el desayuno mezclado con leche
  • Queso con galletas.
  • Tostada con queso
  • Sándwich de carne (1/2) con jugo
  • Leche malteada (hecha con helado y leche)
  • Leche con galletas (de vainilla, Graham o de otro tipo)
  • Mantequilla de maní con mermelada
  • Pizzas individuales (salsa de tomate y queso de tomate y queso con bajo contenido de grasa)
  • Verduras crudas con aderezo
  • Helado de fruta
  • Wafles o tostada francesa con miel
  • Yogur (natural o con futa) frio o congelado

Los suplementos líquidos pueden considerarse bocadillos.  Se recomienda que consulte con un nutricionista al respecto.  Si tiene preguntas sobre nutrición durante su tratamiento, hable con su equipo de salud.

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