Es conocido el dolor agudo que presentan aquellos que padecen de cálculos renales. Muchas mujeres lo comparan con el dolor de parto, e inclusive creen que el sufrimiento puede ser mayor.
Entre las medidas caseras para aliviar los dolores se encuentran los baños con agua caliente y el consumo de varios litros de agua por día.
Las personas pueden padecer de un solo episodio de cálculos renales en sus vidas, el cual puede nunca más repetirse. Pero, vale la pena saber si el organismo tiene alguna predisposición que lo obliga a generar cálculos, para tratar de evitar su formación.
Existen estudios que miden en la sangre y en la orina determinados elementos. Por ejemplo, la producción en exceso del calcio o la eliminación de elementos como el magnesio y el ácido cítrico, pueden favorecer a la no eliminación de cálculos.
Con un examen detallado de la orina, aparecen los valores que se encuentran altos y bajos. Gracias a ese examen uno puede actuar y prevenir para evitar nuevos episodios.