Recientemente se publicaron en el journal Neurology las conclusiones de un estudio que mostró que las personas obesas presentan mayores posibilidades de sufrir migrañas episódicas.
Ésta es la variante más frecuente de migrañas –un tipo común de cefalea, presente en el 15% de la población- que de acuerdo con la investigación se presentó aproximadamente 14 veces en un mes en la población estudiada. Por su parte, las migrañas crónicas afectaron a las personas obesas 15 días al mes.
“La migraña es el segundo tipo de cefalea, en términos de frecuencia, en la población general. Está determinado por factores genéticos, pero además gracias a este estudio, y a lo que demostraron experiencias anteriores, se sabe que la relación entre la migraña y la obesidad podría deberse a múltiples factores”, expuso el Dr. José Antonio Bueri, jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral (HUA).
Como explicaron los responsables del estudio del cual participaron más de 3.800 adultos en las conclusiones que también presentaron en el Congreso Internacional de Dolor de Cabeza celebrado en Boston, aquellos con un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado tenían 81% más probabilidades de tener un episodio migrañoso, que sus pares sin sobrepeso. Esto se detectó específicamente en las mujeres por debajo de los 50 años.
“Las migrañas consisten en el desarrollo de un dolor punzante en un área específica de la cabeza. Entre los síntomas asociados se cuentan las náuseas, los vómitos y la sensibilidad frente a la luz y el sonido”, comentaron los autores del estudio, refrendando datos de la Asociación Americana de Neurología, según la cual el 10% de la población sufre migrañas.
Múltiples factores
“Este estudio confirma hallazgos previos, para los cuales la relación entre las migrañas y la obesidad podría deberse a múltiples factores. Por ejemplo, se sabe que la grasa corporal secreta proteínas inflamatorias que podrían disparar crisis migrañosas. Por otro lado, el hipotálamo -un área del cerebro que controla el apetito- suele ser más activo en pacientes migrañosos”, refirió el Dr. Bueri.
Otra posible explicación para la relación es que quienes sufren de migrañas pueden tener una mayor inclinación a ciertos hábitos o conductas que se asocian al aumento de peso, como por ejemplo realizar menos actividad física. “No obstante, no se sabe a ciencia cierta si bajar de peso mejora la migraña”, postuló el especialista.
Ocurre que aunque otros dos estudios mostraron cierta mejoría en cuanto a la migraña en personas obesas sometidas a cirugía bariátrica, es difícil extraer conclusiones porque involucraron a un bajo número de pacientes.
“Lo que sí sabemos es que los planes de alimentación para bajar de peso, incluyen la reducción o la eliminación de comidas grasas, frituras, chocolate y alcohol, sustancias muy identificadas como desencadenantes de ataques migrañosos”, consignó Bueri.
Otra cuestión que complica el análisis de la relación entre el sobrepeso y las migrañas es la existencia de medicamentos que contribuyen a aliviar los síntomas como por ejemplo los antidepresivos tricíclicos y algunos bloqueantes cálcicos, que sin embargo aumentan el apetito.
“En la otra vereda, algunos edulcorantes pueden desencadenar ataques de migraña, con lo cual tenemos una situación en la que una persona baja de peso pero al mismo tiempo sufre cefaleas”, completó el especialista.
En conclusión: la relación entre migraña y obesidad es compleja. “Más allá de eso, el sentido común indica que evitar el sobrepeso es saludable por muchas razones. Por su parte, el control de la migraña requiere del manejo de un neurólogo familiarizado con esta patología. También es necesario tener en cuenta múltiples posibilidades terapéuticas y la modificación de los factores causantes de cefalea, que son diferentes en cada paciente”, finalizó el Dr.
Contacto:
*Dr. José Antonio Bueri
Jefe del servicio de Neurología
Hospital Universitario Austral
JBUERI@cas.austral.edu.ar