“Asegurarse que un viaje no sea motivo de preocupación implica tomar en cuenta algunos recaudos para evitar que situaciones imprevistas arruinen ese momento. Esto incluye el cuidado de la salud. Por eso, dependiendo del estado previo, así como también del destino del viaje, será necesario hacer una evaluación de los riesgos”, explica el Dr. Rodolfo Quirós, jefe del Servicio de Infectología, Prevención y Control de Infecciones del Hospital Universitario Austral.
“Para eso, antes del viaje, hay que consultar a un especialista en medicina del viajero preferentemente al menos ocho semanas antes de partir, dado que algunas de las vacunas que se necesitan para viajar a ciertos lugares lejanos o zonas exóticas requieren tiempo para brindar la inmunización necesaria. De todos modos, si no fuera posible acudir con esa anticipación al médico, la consulta nunca está de más, sobre todo para que el especialista evalúe el riesgo puntual”, agrega el especialista.
El Hospital Universitario Austral cuenta con consultorios especializados en Medicina del Viajero, cuyo equipo está conformado por las Dras. María Casanova, Guillermina Kremer y María Laura Pereyra Acuña, así como también por el mencionado Quirós.
Tarea para el hogar
Por supuesto, lo primero y fundamental es informarse sobre el destino del viaje (preparación de las comidas y estado del agua, geografía, servicios médicos disponibles), para luego tomar los recaudos especiales de pertenecer a un “grupo de alto riesgo” –y llevar una tarjeta identificatoria que incluya alergia a medicamentos en caso de tenerla-, además de controlar la vacunación.
Otro de los puntos clave es contratar un servicio de asistencia médica internacional, ya que la atención de salud no es gratuita en la mayoría de los países del mundo y, por ejemplo, la Comunidad Europea cuenta con requisitos especiales a cubrir.
También, es necesario llevar la suficiente cantidad de medicamentos que se utilicen habitualmente, considerando el tiempo de estadía y un eventual período adicional (en caso que el viajero se viera en la necesidad de retrasar su retorno).
Por último, los viajeros deberán preparar un botiquín con medicamentos y otros elementos útiles para prevenir y tratar determinadas enfermedades.
En este sentido, a fin de brindar una suerte de “ayuda-memoria”, van algunas sugerencias. ¿Un tip? Llevar los medicamentos y otros elementos divididos entre equipaje de mano de despacho.
Primeros Auxilios: algodón, alcohol absorbente, desinfectante, jeringas con agujas descartables, gasa estéril, antiséptico, bandas adhesivas, termómetro.
Quemaduras solares: protector solar según tipo de piel (mínimo FPS 15) y protector de labios, ungüento o crema para quemaduras de sol.
Picaduras de insectos: repelente para adultos y niños, insecticidas (espirales, termo-evaporables), crema para picaduras de mosquitos (para minimizar la picazón).
Diarrea del viajero: antidiarreicos (bismuto, loperamida), sales de rehidratación oral, antibióticos (según indicación médica).
Enfermedad por altura o por movimiento, jet lag: medicamentos para la prevención y/o tratamiento.
Dolor, fiebre, vómitos, picazón, acidez, obstrucción nasal: analgésicos, antiespasmódicos, antihistamínicos, descongestivos, antipiréticos, antieméticos, antiácidos.
Enfermedades habituales: prescripción de los medicamentos que la familia o algún integrante se encontrara tomando al momento de viajar.
Malaria: profilaxis antipalúdica, según indicación médica.
Por supuesto, otros infaltables dentro del botiquín son el protector solar, los anteojos de sol –inclusive pares extra- y el repelente de insectos con DEET (N-N dietil-toluamida) entre 15% y 30%, cuya colocación debe repetirse cada 4 o 5 horas.
Al regresar de las vacaciones es aconsejable realizar una consulta médica con un especialista, en caso de haber visitado áreas rurales, destinos tropicales o subtropicales, áreas subdesarrolladas, o habiendo realizado actividades con exposición intensa a la naturaleza (cazadores, turismo aventura) y presenta:
*Cualquier síntoma que no presentaba antes de su viaje.
*Fiebre durante o después del viaje (hasta 3 meses). Recuerdar que en este caso la consulta médica es indispensable.
Contacto:
Dr. Rodolfo Ernesto Quirós
Jefe del servicio de Infectología
Hospital Universitario Austral
RQUIROS@cas.austral.edu.ar