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Cómo evitar accidentes en los festejos de año nuevo

Viernes 2 de enero de 2015

La celebración de fin de año y año nuevo son ocasiones para festejar. Sin embargo, a veces la alegría imperante hace que “bajen las defensas” y por ende un momento de alegría se transforme en un verdadero problema.

Por eso, nos enfocamos en las conductas a evitar. La primera de ellas: tomar de más.

“La intoxicación alcohólica pasa por 3 fases: la excitación, la embriaguez y el coma. Dado que el alcohol es un depresor del sistema nervioso, en una primera instancia la gente se desinhibe porque se desactivan mecanismos de represión de la corteza cerebral. El problema es que junto con eso, ante la ingesta de cualquier dosis de alcohol ya que contrariamente a lo que muchos creen no es necesario tomar en cantidad, los reflejos se deterioran. De hecho, ante una alcoholemia permitida, los reflejos están claramente disminuidos a la hora de conducir, con lo cual no hace falta estar ebrio y por eso es importante remarcar que si alguien va a manejar no debe beber”, expuso la Dra. Unidad de Toxicologia y Medio Ambiente del Hospital Universitario Austral.

De hecho, y dado que el impacto del alcohol tiene mucho que ver con la comida, hay que tener en cuenta que el ayuno y los hidratos de carbono aceleran la absorción del alcohol, y las grasas la retrasan.

“De cualquier manera, la dosis que se ingiere de alcohol se absorbe –aunque se necesita tiempo, razón por la cual si se va a beber es preferible hacerlo al comienzo de la noche- y el efecto en uno u otro momento va a aparecer”, agregó Torres y detalló que las bebidas energizantes también retrasan la aparición de los síntomas, razón por la cual muchas veces la gente –y sobre todo los jóvenes- toman de más sin darse cuenta.

Otra de las conductas riesgosas es la manipulación de pirotecnia, que debe ser realizada por adultos que no estén alcoholizados, y con sumo cuidado.

“Además, no hay que guardar pirotecnia en lugares donde pueda generar lesiones como bolsillos ya que las quemaduras y accidentes son frecuentes. Igualmente, si bien se trata de sustancias peligrosas, de no mediar ingestión o manipulación inadecuada no suelen generar peligro”, postuló la especialista.

El tercer problema “típico” de las fiestas son las lesiones oculares provocadas por el impacto de los corchos, por lo cual es necesario que no se apunte a nadie, así como también evitar que el corcho sea expulsado a presión de la botella.

“Por último, hay que vigilar a los niños y controlar no sólo que no estén cerca de piscinas sin supervision, sino también que no encuentren fondos de vasos con alcohol o medicaciones en carteras y lugares accesibles”, concluyó la Dra. Torres, no sin antes mencionar que en caso de accidente o intoxicación hay que llamar a los teléfonos de información toxicológica o acudir a un centro médico de inmediato.

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