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Parkinson: una mejor calidad de vida es posible

Viernes 7 de abril de 2017

El 11 de abril es el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson (EP). Esta patología afecta aproximadamente al 1% de la población mayor de 60 años, con un ligero predominio masculino. El Dr. Norberto Fabián Raschella, especialista del Hospital Universitario Austral, explicó sus características.

El Parkinson es una patología progresiva que no posee cura pero sí una gran cantidad de terapias disponibles para su tratamiento. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa en frecuencia después del Alzheimer y se ubica posterior al temblor esencial, entre aquellas patologías que producen este tipo de sintomatología.

Sin embargo, es importante mencionar que cerca del 20% de los enfermos de Parkinson no suelen desarrollar temblores; al margen de que en esta patología cada paciente es diferente y quienes sí los tienen pueden presentar diversas características. Anteriormente era considerada casi exclusivamente como una enfermedad que afectaba el sistema motor. Hoy se sabe que, si bien estos síntomas son los que predominan y son los utilizados para el diagnóstico, existen otros del tipo “no motores” que pueden presentarse inclusive muchos años antes.

“Los tratamientos son sintomáticos porque no disponemos de fármacos que nos permitan evitar el desarrollo de la enfermedad o detenerla. De hecho, aún se discute el efecto neuroprotector de algunos medicamentos”, comentó el Dr. Norberto Fabián Raschella, subjefe del servicio de Neurología del Hospital. Y agregó que “también es cierto que en las últimas décadas se han dado resultados promisorios con ciertas drogas en estudio, entre ellas algunInfo para nota Parkinsonos antibióticos, que por un mecanismo particular sugieren tener un efecto retardador”.

Existe una terapia con células madres que está disponible pero todavía no cuenta con resultados concluyentes. A su vez, desde hace muchos años hay dos procedimientos quirúrgicos posibles que se destinan a casos avanzados, por lo que necesitan criterios clínicos rigurosos para recomendarlos.

En cuanto a la metodología, Raschella afirmó que “es indispensable personalizar el tratamiento y diseñar una estrategia que proporcione no solo beneficio sintomático precoz, sino también en el largo plazo, porque en la Enfermedad del Parkinson no hay dos enfermos iguales. Cada paciente tiene su forma preponderante de la patología y sus síntomas característicos”.

Debido a que se trata de una patología crónica, Raschella aseguró que es importante la adherencia a la medicación para lograr una mejoría, aunque se tarden semanas, pero también es fundamental advertir sobre los efectos colaterales de los medicamentos “porque existen fármacos de uso común que pueden provocar síntomas similares”.

En la actualidad, los criterios de diagnóstico son meramente clínicos. Se evalúa la bradicinesia o lentitud de los movimientos, la rigidez, el temblor y la alteración de los reflejos posturales, entre otros síntomas menores, dado que no existe un marcador biológico específico. Raschella explicó que, por tal razón, “el diagnóstico de certeza se logra con el estudio neuropatológico del cerebro, que en la práctica no se realiza”.

Raschella puntualizó que “es muy importante para el diagnóstico realizar un adecuado interrogatorio, un completo examen físico, tanto clínico como neurológico, y una adecuada valoración del inicio de los síntomas, así como también de su curso evolutivo”.

Otros síntomas que apoyan el diagnóstico:

-Hipomimia: menor gesticulación facial y disminución de la frecuencia de parpadeo.
-Aumento del tenor graso de la piel facial.
-Aparición unilateral de los síntomas, que se hacen bilaterales alrededor de los 2 a 3 años de evolución.
-Pérdida del balanceo de los miembros superiores durante la marcha, siempre con predominio de uno de ellos.
-Hipofonía: falta de volumen en la voz.
-Trastorno deglutorio y salivación excesiva.

Algunos de los síntomas no motores:

-Depresión.
-Cambios en la personalidad.
-Trastornos de ansiedad.
-Deterioro cognitivo.
-Constipación.
-Hiposmia: pérdida parcial del olfato.
-Dolores  musculares y osteoarticulares.
-Fatiga.
-Trastornos del sueño.

Contacto:

*Dr. Norberto Fabián Raschella
Subjefe del servicio de Neurología
Hospital Universitario Austral
fraschel@cas.austral.edu.ar

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