Existen miles de especies de hongos, de los cuales muchos presentan una alta toxicidad. Conocé los síntomas y qué hacer ante este cuadro.
Existe gran variedad de hongos que se clasifican, principalmente, en comestibles y no comestibles. Además, se diferencian según los síndromes bajo los que se presentan: alucinógenos, latencia corta y latencia larga, es decir que los síntomas comienzan después de las 6 horas.
La Dra. Verónica Torres, del Servicio de Toxicología del Hospital Universitario Austral explica que, “si bien es posible establecer características que diferencien a los hongos entre sí, la identificación requiere un análisis y datos específicos muchas veces, por eso no se recomienda la manipulación de estas especies sin pleno conocimiento”.
Las toxiinfecciones alimentarias son intoxicaciones debido a la ingesta de algún tipo de comida que ocurre cuando la sustancia ingerida es tóxica o porque presenta un organismo vivo que produce una toxina. Es decir, se produce un cuadro de infección e intoxicación conjunto.
La Dra. Torres detalla que “en la Argentina tenemos los hongos como la amanita phalloides que son mortales y fácilmente confundibles con los hongos comestibles, aquellos denominados ´de sombrero´. Son de latencia larga y comienzan con un cuadro de diarrea profundo, una fase de cierta mejoría y luego una invasión visceral que hace falla hepática”.
En cuanto a los hongos comestibles se encuentra el denominado colmenilla o, como se lo conoce en la Argentina, morilla. “Es un hongo costoso y se utiliza en la alta gastronomía. El problema es que este hongo se vuelve comestible cuando está cocido, sino tiene una toxicidad importante y provoca una crisis hemolítica muy grave. Por eso, su manipulación la deben realizar `profesionales en el tema´”, afirmó la Dra. Torres.
¿Cómo actuar?
Es importante acudir a la consulta médica de forma urgente si se presenta un cuadro de gastroenteritis seguido de la ingesta del hongo. Los síntomas son: diarrea, vómitos, mareos y/u obnubilación. Se debe especificar qué se comió y, de ser posible, acudir a la guardia con la especie ingerida para su análisis.
“Si bien los hongos son parte de nuestro ecosistema y son importantes, en caso de que alguien tenga estas especies en sus casas debe cubrirse bien las manos y desecharlos si hay niños o posibilidad de que alguien los ingiera. La intoxicación ocurre por ingesta, pero se deben tener todas las precauciones necesarias, sobre todo pensando en los niños o los animales que pueden llegar a tener contacto directo”, finalizó la especialista.