En el mundo, una persona de cada 1.000 tiene Síndrome de Down. El Dr. Fernando Burgos, del Hospital Universitario Austral, explica cuáles son los riesgos de las personas con esa condición genética de padecer COVID-19.
Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para recordar la dignidad de las personas con este síndrome. Una persona de cada 1.000 nacidas en el mundo tiene esta condición genética que comprende, entre otras características, la discapacidad intelectual o una mayor incidencia de enfermedades cardiacas.
El Dr. Fernando Burgos, Jefe de Pediatría Ambulatoria y Coordinador de la Clínica de Síndrome de Down del Hospital Universitario Austral, explicó que “al momento no hay información estadística relevante ni evidencias sobre cómo está afectando el coronavirus a las personas con síndrome de Down ni sobre su vulnerabilidad y, por lo tanto, no conviene alarmarse. Sin embargo, estos niños pueden tener riesgo de padecer un curso más grave de la enfermedad COVID-19 con respecto a sujetos sanos debido a la patología subyacente de malformaciones cardiovasculares, respiratorias, obesidad y respuesta inmune muchas veces deficiente”.
El especialista detalló que “las personas con síndrome de Down que presenten alguna cardiopatía no intervenida, enfermedad pulmonar crónica u otras complicaciones tipo hipertensión o diabetes son más vulnerables a esta enfermedad”, pero aseguró que “también lo son los ancianos o las personas con problemas respiratorios”. Y destacó que, por el momento, las personas con Síndrome de Down menores de 18 años no son incluidas en los planes de vacunación para coronavirus.
El riesgo de desarrollar formas graves de COVID-19 es mayor para quienes tienen más de 60 años y/o ciertas enfermedades crónicas. “Sin embargo –aseguró el Dr. Burgos- debido a que las personas con síndrome de Down presentan un envejecimiento precoz, probablemente debamos considerarlas como individuos de riesgo a edades algo más tempranas”.
La demencia por enfermedad de Alzheimer es una condición frecuente en adultos mayores con síndrome de Down. Por eso, el especialista explicó que se debe estar atento a las conductas relacionadas con la demencia o la edad avanzada. “Las personas con síndrome de Down y demencia pueden tener dificultades para comprender y aprender las medidas de higiene y distanciamiento social que previenen el contagio, así como para comunicar los síntomas en caso de tenerlos”, explicó.
Y remarcó la importancia de que, en el caso de los niños, “realicen los controles anuales correspondientes, continúen con las terapias de integración de forma presencial o virtual con los cuidados y protocolos que conocemos y que completen el calendario de vacunas de enfermedades inmunoprevenibles como todos los niños”.