Cada año, del 1 al 7 de agosto, se celebra la campaña mundial para promover la lactancia materna. Profesionales del Hospital Universitario Austral explican qué es la responsabilidad compartida y la importancia de acompañar a las mamás.

La foto fue tomada previo a la pandemia por COVID-19.

Organizada por la Word Alliance for Breastfeeding Action (WABA), del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna y este 2021 el lema es “Proteger la Lactancia Materna: Una Responsabilidad Compartida”. Según afirman desde la WABA, la campaña “se centrará en cómo la lactancia materna contribuye a la supervivencia, la salud y el bienestar de todos, y en el imperativo de proteger la lactancia materna en todo el mundo”.

“La responsabilidad compartida en la lactancia materna implica que, la familia, el entorno, los gobiernos y los diferentes miembros de la sociedad deberían compartir las responsabilidades y los roles que cada uno ocupa”, explicó Florencia Tolini, puericultora del área de Neonatología del Hospital Universitario Austral. Y detalló: “Como acompañante; como médico, al promover, respetar y acompañar; como funcionarios, a través de políticas públicas; y como miembros de la comunidad, a la hora de respetar, acompañar, proteger y no juzgar a las madres que están amamantando”.

En línea con el lema de este año, la especialista aseguró: “El compromiso real que la sociedad debería tener frente a la lactancia materna consiste en ser más respetuosos, empáticos y solidarios con aquellas mujeres que están transitando esa etapa, ya sea en el inicio de la misma o al reincorporarse a la actividad laboral o de estudio”.

En cuanto a la vuelta al trabajo, Tolini aseguró: “Es una mezcla de emociones tanto para la mujer como para el bebé y, por supuesto, implica a la pareja. Suele ser un constante motivo de visita en el consultorio de Lactancia del hospital”. Y remarcó: “Es posible volver a trabajar y seguir amamantando, si contamos con apoyo”.

En el Hospital Austral se trabaja la lactancia materna desde la promoción, la difusión y el acompañamiento, con la asistencia de las familias desde el embarazo (con charlas prenatales y el curso de preparto), el nacimiento del bebé (con asistencia en la sala de parto e internación conjunta) y el puerperio (con el consultorio de lactancia y el apoyo en la etapa de vuelta al trabajo o el proceso de destete). “En este proceso participan distintas áreas que son Neonatología, Pediatría, Obstetricia y Enfermería, que asisten, educan y acompañan a las mamás y a sus familias”, agregó Tolini.

“Es un vínculo basado en la confianza enfermera-paciente y la experiencia, que se construye sobre todo dejándolas expresar sus emociones y conocimientos del tema para ir reforzando o confirmando lo que ya saben y conocen desde su experiencia o teoría”, destacó la licenciada Rosana Rojas, enfermera de Neonatología.

Actualmente, la pandemia por COVID-19 generó dudas sobre si las madres lactantes debían vacunarse o no. “Recomendamos la vacunación en puerperas y madres que amamantan, especialmente si presentan alguna comorbilidad, en esta situación de pandemia en la que hay alta circulación viral en la comunidad”, explicó la Dra. Magdalena De Elizalde, médica de Neonatología del Hospital Universitario Austral.

Y agregó que las vacunas “son seguras y no se han visto mayores efectos adversos en madres que amamantan ni en sus bebés. Incluso, en la leche de las mujeres que fueron vacunadas, se encontraron anticuerpos tipo IgA e IgG que protegerán al bebé amamantado”.