La disfagia es la alteración de la motilidad gastrointestinal, que incluye la dificultad o la incapacidad para formar o mover el bolo alimenticio y la saliva de forma segura y efectiva de la boca al estómago.
Desde el punto de vista topográfico, las disfagias se dividen en: disfagia orofaríngea o superior y disfagia esofágica o inferior, siendo la disfagia superior, la que se da con mayor frecuencia: constituye el 80 % de las disfagias.
La disfagia orofaríngea puede producir dos tipos de complicaciones graves:
- Alteraciones en la eficacia de la deglución, que pueden provocar malnutrición y deshidratación.
- Alteraciones en la seguridad de la deglución que pueden causar una aspiración a las vías respiratorias que con lleva a un alto riesgo de neumonía (neumonía por aspiración) y una elevada tasa de mortalidad.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
- Problemas en la masticación.
- Sensación de alimento pegado en la garganta.
- Babeo.
- Tos antes, durante y después de la deglución.
- Episodios de sofocación durante la ingesta de alimentos.
¿Cuáles son sus causas?
Puede originarse por la intubación, algunos medicamentos, enfermedades neurológicas, reumáticas, metabólicas, enfermedades cerebrovasculares o pulmonares crónicas, trastornos neurodegenerativos (alzheimer, parkinson) o cáncer de cabeza y cuello. La presbifagia en personas mayores también contribuye a complicaciones.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
Existen métodos instrumentales y funcionales: los exámenes y métodos instrumentales como la evaluación endoscópica de la deglución, la videofluoroscopía y el salivograma son de gran valor para el diagnóstico, pronóstico y evolución de la disfagia orofaríngea.
Los métodos funcionales, permiten datos relevantes para tener parámetros en la rehabilitación, monitorear la enfermedad e identificar factores de riesgo para neumonía.
Debido que la disfagia orofaríngea es una enfermedad secundaria a muchas enfermedades y situaciones clínicas, el servicio de Kinesiología trabaja con todas las especialidades médicas y en todos los ámbitos para aportar el diagnóstico etiológico junto a otros servicios médicos.
De esta manera, se realiza una intervención temprana para promover una alimentación segura y efectiva con determinadas dietas y líquidos, o la elección de una vía alternativa en el caso de alto riesgo para continuar con la alimentación oral.
¿Cuál es el tratamiento que ofrece nuestro Hospital para personas que padecen esta patología?
Los objetivos del tratamiento consisten en:
Garantizar la nutrición e hidratación, para no correr riesgos de desnutrición, hidratación y complicaciones respiratorias. El tratamiento de esta enfermedad está basado en el resultado del diagnóstico, ya que las pruebas clínicas se realizan con las 3 consistencias que habitualmente las personas consumen con su alimentación habitual, consiste en:
- La modificación de la textura de las dietas y líquidos, ya que hay consistencias que el paciente no puede comer o tomar en los casos de líquidos.
- Reestablecer la función deglutoria en base a terapéuticas directas: utilización del plan de ejercicios de fuerza, coordinación, estimulación eléctrica y sensorial en los pacientes y las terapéuticas indirectas (posturas que faciliten la propulsión del alimento o líquidos, y las cantidades y texturas permitidas).
- Educación al paciente y su familia: sobre pautas de alimentación y socialización, maniobras para asistir en caso de ahogos y promover la independencia funcional para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Nuestro Servicio de Kinesiología ofrece un tratamiento integral para garantizar la nutrición e hidratación sin riesgos.
El respaldo humano e instrumental es esencial para proporcionar una atención adecuada que garantice el seguimiento y tratamiento efectivo de los pacientes con disfagia.