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Creciendo Juntos

¿Los berrinches son normales?

¿Por qué pasan los berrinches?

Un berrinche es un arrebato emocional que sucede cuando un niño/a está tratando de obtener algo que quiere o necesita. Por lo general, los berrinches aparecen hacia el final del primer año, son muy frecuentes de los 2 años de edad (los terribles dos) y son infrecuentes después de los cinco. Tienden a disminuir una vez que los niños desarrollan el lenguaje y pueden expresarse mejor.

Si tu hijo está cansado, tiene hambre, se siente mal, es probable que su umbral de frustración sea más bajo y que haga un berrinche. También es posible que los haga para buscar atención, obtener algo o evitar hacer algo. A menudo, los padres se culpan a sí mismos (porque se imaginan que han criado mal al niño) cuando la causa real suele ser una combinación de personalidad del niño, circunstancias inmediatas y conducta normal del desarrollo. Los niños/as a esta edad están en la búsqueda y descubrimiento de una identidad propia que hace a los dos años una edad difícil, llena de batallas de poder, de pataletas, de gritos, empujones, patadas y mordidas.

“El desarrollo de los niños implica pasar por episodios de caprichos, es algo natural. Todos solemos desafiar los límites, los que nos impone la convivencia y los de auto superación. Nunca sabemos hasta dónde podemos y a veces nos sorprendemos de lo que podemos lograr. En los chicos, los límites cuidan, protegen, resguardan y también forjan futuro. Algunos se pueden cruzar, otros debemos dejar en claro que no. Poner límites también es cuidar con amor”.

¿Pueden evitarse los berrinches?

Puede que no haya una manera infalible de prevenir las berrinches, pero hay mucho se puede hacer para fomentar el buen comportamiento incluso en los niños más pequeños.

Por ejemplo:

  • Sé constante. Establecé una rutina diaria para que tu hijo/a sepa qué esperar. Seguí la rutina tanto como sea posible, incluidas la hora de la siesta y la hora de acostarse. Un niño/a puede ponerse de mal humor si no tiene suficiente descanso o tiempo de tranquilidad.
  • Planificá con anticipación. Hacé los mandados cuando tu hijo/a no esté hambriento/a o cansado/a. Si pensás que vas a tener que esperar en la fila, lleva un juguete pequeño para entretenerlo.
  • Dejá que tu hijo/a tome decisiones adecuadas. Evitá decir «no» a todo. Para darle a tu niño/a un sentido de control, permitile tomar decisiones. «¿Te gustaría usar tu camisa roja o tu camisa azul?» «¿Te gustaría comer frutillas o bananas?» «¿Te gustaría leer un libro o construir una torre con tus bloques?»
  • Elogia su buen comportamiento. Ofrecele atención adicional cuando tu hijo/a se porte bien. Dale a tu hijo/a un abrazo o decile lo orgulloso que te sentís cuando comparte o sigue instrucciones.

 

¿Cuál es la mejor forma de responder a un berrinche?

  • En general, la mejor manera de responder a un berrinche es mantener la calma. Si respondés con arrebatos fuertes y de ira, tu hijo/a podría imitar su comportamiento. Gritarle a un niño para que se calme también puede empeorar las cosas.
  • En la mayoría de los casos, encarar el origen del berrinche solo lo prolonga.
    En su lugar, tratar de distraer a tu hijo. Un libro diferente, cambiar de lugar o hacer una mueca graciosa puede ayudar. Si le pediste que haga algo en contra de su voluntad (por ejemplo, ir a bañarse), cumplí con el pedido ofreciéndole tu ayuda. Si pediste a tu hijo que no juegue en un lugar determinado, considerá mostrarle en dónde sí puede jugar.
  • Si tu hijo/a está golpeando o pateando a alguien, o tratando de irse corriendo a la calle, detené el comportamiento sosteniéndolo hasta que se calme.
  • Cuando se calme, se le puede explicar con calma. Empatizar con la situación y ponerse en el lugar del niño/a los ayuda a comprender, por ejemplo, le podés decir, “¡Que ganas de quedarte jugando! ¡Qué mala suerte que es hora de dormir! ¡Qué lindo seria seguir jugando!”, pero al mismo tiempo “A mamá no se le grita ni se le pega…”. El sentirse escuchado y comprendido le enseña a escuchar y comprender.
    El refuerzo positivo de la conducta apropiada es una herramienta poderosa sin efectos adversos.
  • Otro aspecto a tener en cuenta es que es deseable que ambos progenitores traten de alinearse en cuanto a cómo educar a su hijo, sin desautorizar al otro. Cuando esto no sucede, se corre el riesgo de que los niños se desconcierten o crean que insistiendo podrán conseguir lo que quieren. La coherencia y consistencia contribuyen a que los hijos sean más libres, responsables y seguros.

¿Qué hago si el berrinche lo pone a mi hijo/a en una situación peligrosa o se pone destructivo?

Si un berrinche se intensifica, retirá a tu hijo/a de la situación y deja que se le pase.

  • Elegí un lugar para dejar que exprese la berrinche. El niño debe sentarse solo en un lugar aburrido (un rincón o una habitación distinta del dormitorio del niño, que no esté oscura ni provoque temor, pero sin televisión ni juguetes) por un período breve. Esperá a que se calme. Deja pasar un minuto por cada año de la edad de tu hijo.
  • Mantenete firme hasta el final. Si tu hijo/a comienza a deambular antes de que se le pase el berrinche, llevalo de nuevo al lugar designado. No respondas a nada de lo que diga mientras dure el tiempo de espera.
  • Sabé cuándo terminar el tiempo de espera. Cuando tu hijo se haya calmado, contale brevemente el motivo del tiempo de espera y por qué la conducta fue inapropiada. Luego vulevan a tus actividades habituales.

Sin embargo, no hagas esto muy a menudo o dejará de servir.

Lo mejor es aplicar esta técnica disciplinaria cuando los niños están conscientes de que sus acciones son incorrectas o inaceptables y cuando perciben que el retiro de la atención es una consecuencia de sus acciones; en general, eso no sucede hasta los 2 años de edad.

¿Cuándo se necesita consultar con un pediatra?

  • Si tu hijo se lastima a sí mismo o a otros.
  • Contiene la respiración durante los berrinches hasta el punto de desmayarse.
  • Si los berrinches empeoran después de los 4 años.
  • Excesiva frustración o berrinches de muy difícil resolución frente a la puesta de límites.
  • Si la situación desborda a los padres, madres o cuidadores.
  • También es una buena decisión consultar ante la imposibilidad de poner límites (por la razón que sea).

 

 

Fuente:
•La negociación, un aspecto clave para establecer límites a los hijos, www.sap.org.ar › general › files_negociacion-03-11-19_1576523414.
•Desarrollo emocional, Clave para la primera infancia 0 a 3. UNICEF. 2012.
•Criar niños confiados, motivados y seguros. Maritchu Seitún.
•Capacitación emocional para la familia. Maritchu Seitún.
•Berrinches, Stephen Brian Sulkes , MD, Golisano Children’s Hospital at Strong, University of Rochester School of Medicine and Dentistry. Última modificación del contenido dic. 2019.
•Temper tantrums in toddlers: How to keep the peace. Mayo Clinic Staff.

 

Aclaración: Toda la información contenida en este artículo tiene solamente un propósito educativo y no sustituye el consejo, ni el cuidado que un médico u otro profesional de la salud pueda brindar. Si tenés preguntas acerca de la salud de tu hijo, comunicate con su pediatra de cabecera.

 

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