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La hernia epigástrica es una protuberancia localizada en el área debajo del esternón y por encima del ombligo. Este bulto es causado por una masa de grasa que ha atravesado la hernia.

El área elevada puede ser visible todo el tiempo o solo cuando el niño tose, estornuda o se ríe. Esta protuberancia o masa puede crecer y volverse más grande en algunos casos y puede existir más de una hernia epigástrica a la vez. También puede causar sensibilidad y dolor en la región epigástrica. Sin embargo, es común que una hernia epigástrica no muestre ningún síntoma.

Manifestaciones clínicas

Como principal síntoma de una hernia ventral, destacamos el abultamiento que se manifiesta en el abdomen del niño. Se puede ver y tocar y tiene apariencia de un bulto que sobresale (llamado saco herniario) en la zona del abdomen.

Este bulto es blando al tacto y es posible que si ejercemos presión sobre el se introduzca en el interior del abdomen, aunque volverá a aparecer cuando dejemos de ejercer presión.

Otro de los síntomas que presentan las hernias ventrales puede ser el dolor, que se manifiesta sobre todo cuando se realiza presión en el abdomen. Por ejemplo, cuando tosemos o levantamos objetos pesados puede aparecer el dolor.

En algunos casos, la hernia ventral podría incarcerarse o estrangularse, lo que quiere decir que puede quedar atrapada en el orificio herniario debido a que este es muy estrecho y puede causar una falta de riego sanguíneo en la zona. En estos casos, la hernia provoca al paciente muchos dolores y debe acudir inmediatamente al especialista. Para que la hernia ventral no se estrangule, lo más recomendable es acudir cuanto antes a un especialista y tratarla.

Diagnóstico

Se realiza a través del examen físico, al observar y palpar un bulto o hinchazón que se proyecta hacia afuera en la región comprendida entre la parte inferior del esternón y el borde superior de ombligo.

Eventualmente puede realizarse una ecografía que nos brinda información acerca de la medida del anillo de la hernia, pero no es estrictamente necesaria para su diagnóstico y eventual tratamiento.

Tratamiento

La resolución definitiva es la cirugía. El procedimiento es de realización muy frecuente, de carácter ambulatorio y con recuperación posterior breve.

  • ¿Cómo es la cirugía?

Se lleva a cabo en el quirófano, bajo anestesia para el niño/a se quede dormido a lo largo de todo el procedimiento y no sienta ningún dolor. Se realiza una pequeña incisión (corte) en la piel, se busca y cierra el orifico o el punto débil del músculo abdominal con puntos, una sutura de la herida con puntos absorbibles, que desaparecen al cabo de 10 a 20 días. 

A veces los niños necesitan someterse a una operación urgente cuando la hernia no es reducible. Esto significa que está atascada o encarcelada dentro de la pared muscular, lo que podría dañar los intestinos.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene una hernia epigástrica?​​

​​El signo más común es un abultamiento en la zona del abdomen comprendida, en línea media por debajo del esternón y por encima del ombligo. Por lo general, el bulto va y viene. Puede hacerse grande cuando tu hijo hace un esfuerzo o llora y cuando se relaja el bulto puede desaparecer. A veces, el bulto puede estirar la piel a medida que la hernia aumenta de tamaño.

 

  • ¿La hernia epigástrica es perjudicial?

La mayoría de las veces, no causan ningún problema. En casos muy poco comunes, los órganos del interior del vientre quedan atrapados («presos») dentro del saco herniario. Esto hace que el bulto esté presente incluso cuando el niño está tranquilo.

Es aún más raro que el flujo sanguíneo de los órganos atrapados dentro del saco herniario se vea reducido («estrangulado»). Si esto ocurre, es probable que tu hijo sienta un fuerte dolor. El ombligo puede ser muy sensible al tacto. El bulto del ombligo también puede verse rojo. El niño puede tener fiebre, vomitar o negarse a comer. Si esto ocurre, debés llevarlo a Emergencias a la brevedad.

 

  • ¿Es necesario hacer alguna prueba para ver si mi hijo tiene una hernia epigástrica?

Excepcionalmente, se puede pedir una ecografía para ver si hay una hernia o para ver si hay órganos del vientre atrapados dentro de la hernia. La ecografía es una prueba que se utiliza para observar los órganos que se encuentran debajo de la piel y no daña a al niño/a.

 

  • ¿Qué problemas podría tener mi hijo debido a una hernia epigástrica?

Después de la cirugía, la mayoría de los niños no tienen problemas. Excepcionalmente, la hernia puede volver a aparecer y es posible que vuelva a ver un bulto en la misma región que antes. Si esto ocurre, tendrás que volver a ver al cirujano del niño.

 

  • ¿En qué casos debería llamar al médico?

• Si la hernia aumenta de tamaño, parece haberse hinchado o está dura.

• Si la hernia sobresale cuando el niño está durmiendo, tranquilo o acostado boca arriba y no la podés desplazar hacia adentro cuando la empujas.

• Si tu hijo está muy inquieto o irritable y parece tener dolor.

• Si tu hijo siente dolor cuando le tocás la hernia.

• Si la piel que cubre la hernia está roja o parece estar más oscura que de costumbre.

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